Lenguas: Grabado en piedra | Engraved in Stone
El afán de nuestros políticos por inmiscuirse en los aspectos más nimios de nuestra existencia no cesa ni siquiera después de que hayamos pasado a mejor vida. El diputado del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) en el Parlamento de Galicia, Bieito Lobeira, ha presentado una proposición no de ley para establecer «un programa específico de fomento de la lengua gallega en todos los actos, ceremonias y funciones vinculadas con la muerte» (véase noticia completa en ABC y en El Progreso de Lugo).
(Su Señoría Lobeira no especifica qué tipo de lengua gallega debería usarse, aunque tratándose de un representante del BNG es lógico suponer que preferirá la reintegrada o la galaico-portuguesa y no la normativa, demasiado castellanizada para el gusto de este partido.)
Según un estudio citado por este parlamentario, «sólo una de cada mil lápidas de los cementerios de la comunidad están escritas en gallego», lo que provoca una situación «injusta e discriminatoria» y «evidencia la existencia de un conflicto linguístico en Galicia». Pero esto, aún siendo grave, no es lo peor. En palabras de Su Señoría Lobeira:
Lo digo con toda sinceridad y sin ironía: es conmovedora esta preocupación por la Historia y la Cultura con mayúsculas y por las generaciones de los siglos venideros en un representante político, pues lo normal es que sean más bien iletrados y que su horizonte temporal no vaya más allá de la próxima elección. No obstante, creo que Su Señoría Lobeira se ha olvidado de un colectivo muy importante: los parapsicólogos. ¿Es que nadie ha pensado en la Parapsicología del futuro? Habría que ampliar esta proposición a fin de que incluya medidas para fomentar el uso del gallego también en las psicofonías que, al fin y al cabo, pueden ser el último testimonio que quede de la expresión oral de una lengua.
Por otro lado, la iniciativa de Su Señoría Lobeira me ha dado una idea: cuando llegue la hora de redactar mi propio epitafio, lo haré en esperanto (o en klingon, o en quenya; aún tengo que pensármelo). ¿Por qué? Para mosquear a los arqueólogos del futuro. O, como dirían en Galicia, «por xoder».
(Su Señoría Lobeira no especifica qué tipo de lengua gallega debería usarse, aunque tratándose de un representante del BNG es lógico suponer que preferirá la reintegrada o la galaico-portuguesa y no la normativa, demasiado castellanizada para el gusto de este partido.)
Según un estudio citado por este parlamentario, «sólo una de cada mil lápidas de los cementerios de la comunidad están escritas en gallego», lo que provoca una situación «injusta e discriminatoria» y «evidencia la existencia de un conflicto linguístico en Galicia». Pero esto, aún siendo grave, no es lo peor. En palabras de Su Señoría Lobeira:
«Si a día de hoy se produjese alguna catástrofe que implicase la erradicación parcial o total de la vida humana en la parte del planeta que nos toca ocupar, con toda probabilidad el estudio arqueologico de los restos funerarios que se realizaría en el futuro no constataría la existencia de la lengua gallega. Lápidas y cementerios, epitafios de todo tipo, certificarían que Galicia no cuenta con idioma propio y que la población se expresaba en español».
Lo digo con toda sinceridad y sin ironía: es conmovedora esta preocupación por la Historia y la Cultura con mayúsculas y por las generaciones de los siglos venideros en un representante político, pues lo normal es que sean más bien iletrados y que su horizonte temporal no vaya más allá de la próxima elección. No obstante, creo que Su Señoría Lobeira se ha olvidado de un colectivo muy importante: los parapsicólogos. ¿Es que nadie ha pensado en la Parapsicología del futuro? Habría que ampliar esta proposición a fin de que incluya medidas para fomentar el uso del gallego también en las psicofonías que, al fin y al cabo, pueden ser el último testimonio que quede de la expresión oral de una lengua.
Por otro lado, la iniciativa de Su Señoría Lobeira me ha dado una idea: cuando llegue la hora de redactar mi propio epitafio, lo haré en esperanto (o en klingon, o en quenya; aún tengo que pensármelo). ¿Por qué? Para mosquear a los arqueólogos del futuro. O, como dirían en Galicia, «por xoder».
La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados (Politics is the art of looking for trouble, finding it, misdiagnosing it, and then misapplying the wrong remedies). (Atribuida a Groucho Marx)
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