Las palabras son pistolas cargadas

viernes, septiembre 30, 2005

Traducción: Feliz día del traductor | Happy Translators' Day

Hoy es San Jerónimo, patrón de nuestro gremio, así que supongo que los traductores podemos darnos por felicitados (sí, ya sé que casi llego tarde para colgar este post, pero durante unos minutos más aún es 30 de septiembre). El motivo de que la Iglesia católica nos pusiera bajo la advocación de San Jerónimo fue que en el siglo V tradujo la Biblia al latín (la célebre Vulgata; una versión revisada tras el Concilio Vaticano II denominada Nova Vulgata sigue siendo la Biblia oficial católica). Esta obra no es precisamente un ejemplo de cómo se debe traducir; cuando en las últimas décadas los expertos la han cotejado con los textos hebreos, arameos y griegos más antiguos disponibles, se han detectado miles de errores de traducción, muchos de los cuales cambian completamente el sentido del versículo en que aparecen. Pero teniendo en cuenta que aún faltaban 1.500 años para que los teóricos posmodernistas y desconstructivistas nos iluminaran con sus teorías sobre el proceso traductológico, no hay que juzgarla con demasiada dureza.

Por cierto, no sé si San Jerónimo es también santo patrón de los correctores y revisores, pero debería serlo, porque, según parece, buena parte de su trabajo consistió en revisar traducciones ya existentes y no en retraducir.

Para celebrar este «día del traductor», Cristina Lozano Chico (desconozco su apellido no había mirado bien del todo en su perfil y sus apellidos se me escaparon), traductora e intérprete canaria, ha recogido en su blog (que acabo de descubrir; parece que poco a poco se van creando más bitácoras sobre traducción) algunas citas de autores célebres sobre la traducción y los traductores. Me gustaría añadir una más sobre la lengua, que, al fin y al cabo, es nuestra materia prima:

Todo lo que es y todo lo que somos, en definitiva, es palabra. (Víctor García de la Concha, director de la RAE)

jueves, septiembre 29, 2005

Lenguaje: L'Estatut Valencià | The new Statute of Autonomy of Valencia

Hacía tiempo que no le echaba un vistazo a algunos de los blogs que solía leer habitualmente. Hoy he intentado ponerme un poco al día, y en Malaprensa, la excelente bitácora de Josu Mezo sobre los «errores y chapuzas de la prensa española» (muy frecuentes, por desgracia), he encontrado un interesante post que creo que merece la pena comentar.

El pasado día 20 se debatió en el Congreso la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana (si alguien está interesado, puede descargarlo en formato PDF aquí). Como toda ley, va precedida de una exposición de motivos. Alguien le comentó a Mezo que «había sido redactada deprisa y corriendo y que parecía una redacción de secundaria». ¿Era para tanto? Pues sí. Hasta leerla, yo pensaba que había leído otras tan abstrusas y mal redactadas (por ejemplo, las de varias leyes del Estado y de Castilla y León) que no podían hacerse peor. Me equivocaba. Comprendo que el lenguaje jurídico sea retorcido (unas veces para evitar la ambigüedad y otras para producirla) y que no se distinga por su calidad lingüística; calidad que, por cierto, se le exige siempre a todos los otros gremios que trabajan con el idioma. Pero la redacción de la exposición de motivos del Estatuto valenciano es tan pésima que, en mi opinión, se debería usar en las facultades de Filología Hispánica, de Derecho y de Traducción como ejemplo del trato que no se le debería dar nunca al lenguaje.

Léanlo detenidamente, hagan abstracción de su trasfondo político y concéntrense en la impresionante colección de excesos retóricos, anacolutos, faltas de concordancia, pleonasmos, fallos de puntuación... que se concentran en un espacio tan reducido. Y recuerden que, de aprobarse, no será el estatuto de una comunidad de vecinos, sino la ley fundamental de una comunidad autónoma.

(Nota - los comentarios entre corchetes y en cursiva son de Josu Mezo; he decidido conservarlos, porque me parecen muy inteligentes e ilustrativos.)

Este Estatuto constituye la manifestación de la voluntad autonómica del pueblo de las provincias valencianas, después de la etapa preautonómica, a la que accedió en virtud del Real Decreto-ley 10/1978, de creación del Consell del País Valenciano. [Antecedentes]

Aprobada la Constitución Española, es, en su marco, donde la tradición valenciana proveniente del histórico Reino de Valencia se encuentra con la concepción moderna del País Valenciano y da origen a la autonomía valenciana, como integradora de las dos corrientes de opinión que enmarcan todo aquello que es valenciano en un concepto cultural propio en el estricto marco geográfico que alcanza. [Ein?]

El Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, promulgado por Ley Orgánica 5/1982, de primero de julio, es fruto del consenso de las principales fuerzas políticas valencianas que quisieron recuperar el autogobierno de nuestro pueblo, haciendo uso del derecho a la autonomía que la Constitución Española reconoce a toda nacionalidad. A pesar de que la vía por la que el pueblo valenciano accedió a la autonomía fue una vía intermedia entre las de los artículos 143 y 151 de la Constitución, nuestro Estatuto ha garantizado, como norma institucional básica de la Comunitat Valenciana, la recuperación del autogobierno del pueblo valenciano y sus instituciones, ejerciendo las competencias asumidas dentro del marco constitucional, como corresponde a su condición de nacionalidad histórica. [Más Prolegómenos]

Es asumido por todas las valencianas y todos los valencianos que, desde que nuestro Estatuto se aprobó, el desarrollo político, económico, cultural y social de la Comunitat Valenciana ha generado un innegable progreso a todas las personas que en ella residen [Nos ha ido bien]. Gozar de un ordenamiento jurídico propio, fruto de la importante actividad legislativa de Les Corts y del ejercicio de la potestad reglamentaria del Consell, ha generado un desarrollo institucional que ha permitido el autogobierno y la afirmación de su identidad. [El ejercicio del autogobierno ha permitido el ejercicio del autogobierno]

Han pasado más de veintidós años desde la aprobación de nuestro Estatuto y parece ser que ahora es el mejor momento para hacer una reforma necesaria [No se lo pierdan: "parece ser que ahora es el mejor momento"]. Es necesaria porque adaptar nuestro Estatuto a la realidad actual de la Comunitat Valenciana es mejorar la calidad de vida de las valencianas y de los valencianos a los nuevos tiempos, y así lo demandan.

En estos veintidós años el Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana ha demostrado de sobra su validez y efectividad [¿entonces?]. Hasta este momento, Les Corts han llevado a cabo dos reformas del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana. La primera de ellas mediante Ley Orgánica 4/1991, de 13 de marzo, que modificaba el artículo 12.4, determina que la fecha para celebrar las elecciones autonómicas sería el cuarto domingo de mayo. La segunda y última reforma, mediante Ley Orgánica 5/1994, de 24 de marzo, supuso la inclusión de una nueva disposición adicional tercera que expresaba que «todas las competencias atribuidas
por este Estatuto quedan incorporadas plenamente y se asumen con carácter estatutario por la Generalitat Valenciana». Al mismo tiempo se derogaban las disposiciones transitorias primera y segunda que hacían referencia a la validación competencial. También, al mismo tiempo, se derogaba, mediante Ley Orgánica 12/1994, de 24 de marzo, aprobada en Les Corts, y posteriormente en las Cortes Generales, la Ley Orgánica 12/1982, de 10 de agosto, de Transferencias a la Comunitat Valenciana de Competencias en Materia de Titularidad Estatal, «LOTRAVA». [Más antecedentes]

Ahora lo que se pretende, mediante esta Proposición de Ley de Les Corts, es hacer una reforma de mucho más calado, una reforma sustancial que permita disponer de un Estatuto que, dentro del marco constitucional, esté equiparado al más alto nivel [Queremos lo que los demás tengan]. La realidad vigente [vigen están vigentes las normas, no las realidades] es muy distinta a la del año 1982 cuando se aprobó el Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana. Por eso es necesario que se incorporen aquellas competencias, acompañadas de la financiación adecuada, que permita a nuestro autogobierno gozar de un techo competencial lo más alto posible, tanto añadiendo en el Estatuto todas aquellas competencias asumidas desde 1982 y que ahora no figuran como aquellas otras emergentes y las que hasta ahora no tenemos y que son susceptibles de incorporación [Lógica pura: como el mundo ha cambiado desde 1982, tenemos que tener el máximo de competencias posibles].

En el resto de la exposición de motivos se describen los contenidos del proyecto. Allí también pueden encontrarse otras «perlas» similares, pero con este fragmento es suficiente.

(Nota final: en este mismo texto «se define la lengua valenciana como propia de la Comunitat Valenciana y el idioma valenciano, junto al castellano, los dos idiomas oficiales». La «guerra lingüística» entre las comunidades de Cataluña y Valencia no tiene visos de terminar.)

La sabiduría de vivir consiste en eliminar lo que no es indispensable. (Lin Yutang, escritor y traductor chino)

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miércoles, septiembre 28, 2005

Traducción: Wie zum Teufel setze ich "Rondowringler" über?

En los años que llevo en la profesión, he llegado a dos injustas conclusiones con respecto a los clientes. La primera es que el cliente que no sabe idiomas suele tener una opinión bastante clara de lo que es un traductor: una persona que se sabe muchos diccionarios de memoria y que puede decirte en un abrir y cerrar de ojos cómo se dice lo que sea en otro idioma. La segunda es que el cliente que sí sabe idiomas combina la primera idea con la convicción de que traducir «no es para tanto», y alberga considerables dudas sobre la capacidad del traductor que plantea preguntas o que se atreve a decir que, así de entrada, no sabe lo que significa un término. (María Barbero)

La linterna del traductor
es, en mi opinión, la mejor revista en Internet escrita por y para traductores de español. Los 9 números publicados se pueden consultar en línea o descargar en formato PDF; lástima que el último date de agosto del año pasado. En fin, al grano: mientras buscaba otra cosa en Internet (como suele suceder tan a menudo), me he topado con el artículo de la traductora María Barbero «Usted sabrá cómo se dice. Al fin y al cabo, usted es el traductor, ¿no?», que apareció en el número 6. Aunque lo leí hace tiempo, he pensado que merecía la pena rescatarlo.

Una historia real como la vida misma: una traductora técnica de plantilla en una empresa alemana recibe un encargo «facilito y tranquilo [...] entre un informe sobre el ejercicio de la empresa y un folleto de cincuenta y tantas páginas sobre poliuretanos»; traducir una lista de objetos domésticos que un ejecutivo de su empresa quiere asegurar antes de mudarse a Guatemala. Nada especialmente complicado, vaya. De pronto, se topa con un término que nunca había visto antes, pese a llevar años viviendo en Alemania: Rondowringler. No puede ser una máquina, porque está en el salón, entre la vitrina y el equipo de música; no hay foto en la lista de mudanzas; no está recogida ni en diccionarios generales o técnicos, ni en enciclopedias, ni en bancos de datos; ninguno de los colegas de esta traductora (incluyendo a un terminólogo alemán) tiene la menor idea de qué es un Rondowringler; las posibles alternativas que se les ocurren (Rondo-Wringler, Rondowringer, Rondowrangler, Rundwringler...) tampoco aparecen; y no se puede eliminar discretamente de la lista de mudanzas porque vale 3.500 marcos (1.250 euros), y si no figura en ella el seguro no lo cubre. En fin, para qué seguir: ¿qué traductor profesional no se ha enfrentado alguna vez a esta pesadilla?

Tras agotar todas las alternativas, nuestra traductora llama al cliente para consultarle. Él no está disponible (natürlich) y le atiende su secretaria, que se descuelga con esta memorable frase (¿cuántas veces la habrán oído los traductores profesionales a lo largo de su carrera?):

¿Lo ha buscado en el diccionario? Ponga la traducción de Rondo-Wringler que venga en el diccionario y con eso será suficiente.

No voy a desvelar el final de la historia (ni qué resultó ser el dichoso Rondowringler), porque merece la pena leer el artículo completo. Lo malo es que, tras leerlo, a pesar de su tono ligero queda un regusto amargo y uno no puede evitar preguntarse: ¿quién me mandaría a mí escoger esta profesión?

Y nos respondemos lo de siempre en estos casos: soy traductor porque no me imagino haciendo otra cosa.

(Un día de estos hablaremos de otro excelente artículo de la misma autora sobre la plaga en que se están convirtiendo los eufemismos: «Inútiles, impedidos, especiales y diferentes», aparecido en el número de junio de 2004 del boletín de traducción médica Panace@.)

martes, septiembre 27, 2005

Internet: .cat

El pasado día 16, la ICANN (el organismo semipúblico y teóricamente internacional encargado por el Gobierno de Estados Unidos de crear y asignar dominios de Internet; más información en su página oficial y en Wikipedia) aprobó la creación del dominio de primer nivel (TLD, por sus siglas en inglés) .cat, que estará disponible «para la comunidad lingüística y cultural catalana» antes de final de año (ampliación de la noticia aquí y aquí). Esta era una vieja aspiración de una buena parte de la comunidad catalanoparlante en Internet, que lleva desde 2000 solicitando un dominio propio: primero .ct, un tipo de TLD que hasta ahora sólo se ha concedido a estados independientes, y después .cat. Mi enhorabuena a la asociación puntCAT, que ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a esta reivindicación.

Hay quien se ha ofendido y quien se lo ha tomado a broma:


Pero este puede ser el primer paso de una revolución que cambiará por completo la forma en que se organiza Internet. Si mi información es correcta, es la primera vez que la ICANN otorga un dominio de primer nivel siguiendo un criterio lingüístico o cultural; hasta ahora lo había hecho atendiendo a razones geográficas (todos los países independientes y algunos territorios de ultramar tienen su propio TLD, como .es o .uk), institucionales (.org, .int, .edu o .museum) o comerciales (.com, .biz o el polémico .xxx para las páginas de contenido pornográfico). La lista completa de dominios de Internet puede encontrarse aquí.

Supongo que la creación de .cat se debe a un cambio de criterio dentro de la ICANN, que pretende que los internautas puedan hacerse una idea más exacta de los contenidos de una página a partir de su dominio. Si esto es así, supongo que muy pronto veremos TLD de todas las comunidades lingüísticas, pues los casos en que un dominio lingüístico coincide con las fronteras de un Estado son rarísimos (a bote pronto sólo se me ocurre Islandia... y no del todo, ya que casi todos los islandeses son bilingües, pues hablan inglés a la perfección). Así pues, pronto veremos dominios como .wel (o .cym, de cymraeg) para el galés, .rom para el romanche (¿o quizás para el romaní?), .eus para el eusquera... También las lenguas internacionales tendrán sus propios dominios: .eng para el inglés, .deu para el alemán, .ara para el árabe... Detrás vendrán las incontables lenguas africanas, indias, amerindias y de Oceanía, y también los dialectos de idiomas mayores: .bru para el brummie, .koe para el Kölsch... y .leo (o .lle de lleunés, o .lli de llïonés) para el leonés, .che para el cheli, .mur para el murciano (perdón; se me olvidaba que el murciano es una lengua)... y así ad infinitum. Supongo que también se aceptará el TLD .his para las páginas en español. ¿Por qué no? Hace algún tiempo, la ICANN se negó a crear este dominio para la comunidad hispanohablante, pero ahora que ha cambiado de criterio no veo razón para que lo rechace. ¡Ah! No nos olvidemos de .esp para las páginas en esperanto (más de 66 millones, según Google; no es una cantidad despreciable) y .mul para las webs con contenido multilingüe, que también tienen derecho a existir.

A vueltas con este asunto, se me ocurren varias preguntas impertinentes que no me resisto a formular:
- ¿Se crearán subdominios autonómicos dentro del dominio .es? Por ejemplo: .and.es para Andalucía, .cyl.es para Castilla y León, .nav.es para Navarra, etc.
- ¿Cuánto tiempo pasará antes de que se empiece a utilizar políticamente (en el peor sentido del término) el dominio .cat y se tache de «malos catalanes» (o, al menos, de «poco catalanes») a aquellos particulares, instituciones o empresas catalanohablantes que no lo utilicen, aunque los contenidos de sus páginas no estén en catalán? (¡Ojo! No creo que esto parta de la respetable puntCAT, sino de políticos oportunistas y patrioteros. Y no doy nombres, porque de pequeño me enseñaron que está feo señalar).
-¿Cuánto tardará la Comunidad Valenciana en solicitar el dominio .val? ¿Y Baleares el dominio .bal? No creo que mucho.

Se admiten apuestas.

Cada país llama cultura a sus manías. (Andrés Rábago, «El Roto», en «El País», 23-X-2004)

lunes, septiembre 26, 2005

Bitácora: Un "lavado de cara" | A new, fresher look

Antes de nada, he de pedir disculpas a aquellas (pocas) personas que leen con cierta regularidad mi bitácora: los "pocos días" que la iba a dejar desatendida se han convertido en más de dos meses, debido a una serie de razones académicas y personales que no vienen al caso.

Pero por fin tengo de nuevo la oportunidad de retomar mi blog (espero que con cierta regularidad), y he pensado que le convenía un buen lavado de cara. Algunas personas tenían problemas para verlo correctamente, debido a todo el código HTML adicional que se había ido incorporado desde que lo creé, y posiblemente su imagen pecaba de cierta cursilería, así que he optado (dentro de las posiblidades que ofrece Blogger) por un diseño más funcional y (ojalá) menos problemático. Espero que el restyling de la bitácora sea de vuestro agrado y que me déis vuestra opinión sobre él.

Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos. (Nicolás Maquiavelo)


 
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